La alimentación determina nuestro estado de salud; a partir de ella, nuestro cuerpo responde y se mantiene en buenas o malas condiciones. Lo mismo sucede con la piel, depende de qué tipo de nutrientes reciba será su salud y apariencia.

Sabemos que la hidratación, el consumo de alimentos saludables y equilibrados, así como una higiene correcta, influyen de manera determinante en la salud de la piel, pero además de su carácter preventivo, los buenos hábitos y la correcta alimentación también pueden modificar para bien, el desarrollo de algunas enfermedades como el acné, la psoriasis y la dermatitis atópica, entre otras.

La Academia Española de Dermatología y Venerología es una de las instituciones que a nivel mundial, trabajan más arduamente en difundir la importancia que tiene el llevar una vida saludable para tener una piel más sana.
Cada vez hay más estudios y más médicos convencidos de modificar los hábitos de sus pacientes para mejorar la condición de su salud en general y de su piel en particular.

Respecto a la hidratación, los especialistas recomiendan ingerir una cantidad adecuada de agua simple para mantener la piel hidratada, pero la ingesta debe ser continua a lo largo del día para evitar un cuadro de deshidratación que afecta no solo a la piel sino a otros órganos del cuerpo. Debes recordar que también el estrés, la exposición al sol, las altas temperaturas, el ejercicio y la sudoración pueden modificar la necesidad de agua que debemos tomar.

Por otro lado, para tener una alimentación adecuada que beneficie también a la piel es necesario ingerir alimentos ricos en vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales como el Omega 3, que está presente en el pescado.
En el caso de los pacientes con dermatitis atópica, la ingesta de alimentos ricos en vitaminas se hace aún más importante, especialmente las ricas en complejo B, ya que contribuyen a la renovación celular. Se pueden encontrar en la mayoría de alimentos de origen vegetal como verduras, frutas, frutos secos, cereales, legumbres o levadura de cerveza.

También están presentes en productos de origen animal como pescado, mariscos, huevos, lácteos y carne magra.
El ácido fólico o vitamina B se encuentra mayormente en los vegetales de hoja verde, las legumbres, diversidad de frutas, los cereales, el hígado y la levadura de cerveza.

La riboflavina o vitamina B2 actúa contra la seborrea, una enfermedad común de la piel. Podemos encontrarla en la leche y sus derivados, en huevos, carnes, pescados, hígado, legumbres y frutos secos como almendras o nueces.
La niacina o vitamina B3 participa en la síntesis de queratina, la proteína que da estructura a la piel. Alimentos como carnes, pescados, cereales integrales y frutas secas contienen esta vitamina.

La vitamina A es la que más contribuye a mantener la piel sana y ayuda a mantener el color y la luminosidad óptima del órgano más grande del cuerpo. Es importante su consumo constante ya que no es una vitamina que se almacene en el cuerpo, sino que se absorbe sólo la cantidad que es necesaria y el resto se desecha. Como fuentes vegetales de vitamina A encontramos la calabaza, mandarina, tomate, albaricoques, zanahorias, espinacas, yema de huevo, alga espirulina y la alfalfa germinada.

En cuanto a la vitamina C, ésta es necesaria para la salud de la piel porque activa sus defensas e interviene en la síntesis de colágeno. Las frutas cítricas, la papaya, el perejil, el pimiento crudo, los kiwis y las fresas son excelentes fuentes de vitamina C.

La vitamina E es la vitamina antioxidante por excelencia, protege y ayuda a mejorar el tejido celular, contrarresta con eficacia el envejecimiento, ayuda a mejorar la circulación sanguínea, un factor determinante para la salud de la piel. Está presente en los aceites vegetales, en cereales integrales, semillas de girasol, almendras y nueces. Entre los minerales más importantes, el selenio tiene acción antioxidante y está relacionado con un menor riesgo de aparición de tumores, entre ellos, el de piel. Se encuentra en la carne, pescado, mariscos, cereales, huevos, frutas y verduras. Por otra parte, el Zinc es otro mineral que forma parte de nuestra epidermis y está presente en los siguientes alimentos: carnes, vísceras, pescado, huevos, cereales integrales y legumbres.
Fuente: Eco Noticias